Congosto de Valdavia o como prevaricar en el intento.

El alcalde de Congosto de Valdavia reconoce que no se leyó ni sus propias normas urbanísticas (se aprobaron bajo su mandato) pero con caracter retroactivo trata de subsanar un error que impide a Congosto instalar en su territorio el ATC nuclear.

En fin,  si no me gusta la ley la cambio y listo … suena conocido  por desgracia.

«No voy a permitir hablar a nadie, y al que hable le voy a desalojar de la sala porque está el Ayuntamiento rodeado de fuerzas públicas».

(O sea que como las fuerzas públicas rodean el ayuntamiento voy a desalojar al que hable ¿?)

Con estas palabras comenzó el alcalde de Congosto de Valdavia, Eduardo Vicente, el tenso pleno extraordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de la localidad. Una sesión en la que se aprobó por unanimidad una modificación puntual del artículo 100 de las normas urbanísticas del municipio, referido a los usos en el suelo rústico común. El cambio realizado se llevó a cabo concretamente en el apartado de las prohibiciones, en las que se imposibilitaba «la instalación de almacenes de residuos tóxicos o peligrosos o depósitos de residuos radioactivos o nucleares».

«Corta y pega»

Eduardo Vicente justificó la modificación de la normativa urbanística de Congosto al indicar que para redactarlas en el año 2005 se habían seguido las normas de otros pueblos, «son un corta y pega», por lo que había que cambiarlas para adaptarlas a la localidad.

Esta modificación posibilita ahora que el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares pueda instalarse en los terrenos propuestos por el Ayuntamiento de Congosto, aunque el alcalde señaló ayer que siempre fue posible. «Con esta modificación ya se permite la instalación del ATC, y sin ella, también», aseveró el regidor al término de la sesión plenaria.

La portavoz de la Plataforma Antinuclear Norte de Palencia, Josefina Fraile, solicitó al alcalde que explicara los términos de la modificación de las normas urbanísticas, pero el regidor local se negó, a lo que la veintena de antinucleares congregadas respondieron con una sonora pitada.

Desde luego no se como estará la ley en este sentido pero está claro que cuando se presentó la solicitud de construcción del ATC regían unas normas urbaníticas que impedían su instalación.