Garoña como moneda de cambio en el tablero de ajedrez energético.

  • Miguel Sebastián se matiza a sí mismo en sus declaraciones sobre la reapertura de la central
  • El presidente del Partido Popular pide que el pacto incluya Garoña

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha pasado en unas horas de dejar abierta la posibilidad de que se reabriese la central Nuclear de Garoña a decir que no está en la negociación. La central burgalesa se usa, pues, como moneda de cambio.

A preguntas de los medios de comunicación ayer en su comparecencia con el portavoz económico del Partido Popular, Sebastian aseguraba que no había líneas rojas en el pacto energético entre PSOE y PP. Sólo unas horas después, en el programa La Brújula de Onda Cero, se matizaba a sí mismo asegurando que ni la construcción de más centrales ni la reapertura de Garoña están sobre la mesa. Declaraciones en las que insistía esta mañana en Radio Nacional.

No sitúa el ministerio a la central burgalesa sobre el tapete, pero sí lo hace  Mariano Rajoy, que en un desayuno en el forum Europa ha dicho que pondrá sobre la mesa del pacto a Garoña y ha insistido en la decisión arbitraria del presidente del Gobierno en su cierre en contra de los informes del Consejo de Seguridad Nuclear.

La energía nuclear tensa de nuevo las cuerdas, no parece que el presidente del Gobierno esté dispuesto a retroceder en un asunto en el que ha arriesgado tanto incluso en contra del informe positivo del consejo de seguridad nuclear.

Nuevo debate. Una vuelta de tuerca que a buen seguro observarán con atención grupos ecologistas como Greenpeace o Ecologistas en Acción, que ya presentaron el pasado 25 de marzo una demanda contenciosa-administrativa ante la Audiencia Nacional contra la decisión del Gobierno de conceder el permiso de operación a la central durante cuatro años más. Según estos colectivos, la orden de prórroga del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio era «nula de pleno derecho» ya que la planta ha funcionado desde su inicio sin haber obtenido nunca licencia de actividad o permiso ambiental. En ese sentido, aseguraron que tampoco la obtuvo en el proceso de solicitud de renovación que se discutió en 2009.

Estas agrupaciones también denunciaron entonces que la citada orden vulneraba «de forma clara» otras «exigencias» legales como la necesidad de una autorización legal de vertido y suministro de agua y su estricto cumplimiento, así como el adecuado respeto a la propia normativa del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Esta nueva posibilidad de una reconsideración de la prórroga a Santa María de Garoña no tendrá, a buen seguro, la misma acogida entre los partidarios de la central atómica, que también presentaron hace poco sus reclamaciones legales en sentido contrario. Y es que el pasado 24 de marzo la propia Nuclenor, empresa propietaria de la central nuclear de Garoña, presentó ante la Audiencia Nacional una demanda contra la orden del Gobierno que decretaba el cierre de la planta en julio de 2013. La firma se unía así al recurso presentado dos días antes por la Junta de Castilla y León, también contraria a su clausura, argumentando que nunca antes un Gobierno había dictaminado en contra de lo aconsejado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Así, la firma pedía una indemnización por los posibles perjuicios de esta decisión del PSOE.

En cualquier caso, el anuncio reabre un debate que promete generar de nuevo polémica sea cual sea la decisión final.

Fuente:

tvecyl.es

noticiasdealava.com

El alcalde de Congosto de Valdavia (Palencia) califica de hipocresía la actitud de los políticos.

El alcalde de Congosto de Valdavia (Palencia), Eduardo Vicente (PSOE), uno de los ocho municipios candidatos a albergar el Almacén Temporal de Residuos Nucleares (ATC), ha calificado hoy de «hipocresía» la actitud de los políticos que han dejado en manos de los municipios optar por acoger este tipo de centro.

El señor que ha adaptado las normativas municipales que se aprobaron en su pueblo hace 5 años a las necesidades del Almacen Nuclear ha declarado molesto:

hay una «hipocresía absoluta por parte de los políticos», que han permitido que se abra el proceso para instalar el almacén y ahora «están echando balones fuera y dejando toda la responsabilidad en manos de los municipios», ha dicho Vicente.

El alcalde de Congosto de Valdavia ha hecho estas declaraciones a Efe tras la declaración de las Cortes Regionales contraria a albergar en el territorio regional un almacén de residuos nucleares.

«Me parece muy bien esta decisión, pero también podrían prescindir de cargos, coches oficiales y otros menesteres que suponen un gasto excesivo para los ciudadanos», ha explicado.

Eduardo Vicente ha matizado que no ha mantenido ningún contacto con el resto de representantes municipales de la región tras conocerse la declaración de las Cortes al considerar que «cada uno es libre de opinar»

Ver mas sobre las peripecias de este alcalde.

Fuente:  abc.es

El Gobierno aplaza sine die la decisión sobre el almacén nuclear.

El retraso llega la misma semana que la Junta de Castilla y León ha votado contra su  instalación.

La designación de la localidad que deberá acoger el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos radiactivos queda aplazada sine die. El Gobierno ha decidido paralizar el proceso administrativo puesto en marcha para ubicar la instalación. El Ejecutivo pospone la decisión alegando que este acuerdo deberá integrarse en el pacto global en materia de energía que intentarán alcanzar el Gobierno y el PP. El frenazo se produce cuando la ubicación del almacén nuclear se había convertido en una patata caliente para el Gobierno, puesto que todos los gobiernos autonómicos afectados lo han rechazado, salvo el valenciano.

La designación del municipio que acogerá el ATC sufre así un retraso más que evidente. El Ejecutivo había diseñado un minucioso proceso para seleccionar las candidaturas. La programación estaba pautada hasta el último detalle y tenía un calendario que concluía este mes de junio. Sin embargo, la hoja de ruta ha saltado por los aires en el último momento, sustituida por un guión inconcreto y unas expectativas de pacto tan bien intencionadas como inciertas.

Fuentes del Ministerio de Industria admitieron que no había una fecha para el acuerdo, si bien la voluntad es que «la decisión se adopte lo antes posible». Las mismas fuentes no se atrevieron a dar una nueva fecha, puesto que todo el proceso depende de «nuevos factores que entran en juego, y que no podemos controlar», según comentaron haciendo referencia a que

«todo depende ahora del acuerdo con el PP». Dicho de otra manera, «la fecha sobre el ATC es impredecible».

El retraso se produce cuando la selección de candidaturas estaba casi ultimada. Un portavoz de Industria apuntó el miércoles que se esperaba que la decisión final se adoptara en un consejo de ministros inminente. Pero este planteamiento debió corregirse cuando el PP comunicó su voluntad a avenirse a un acuerdo en materia de energía (un pacto formulado por el Ejecutivo hace un año pero que no había tenido respuesta positiva hasta ahora). «Y no podíamos rechazar este diálogo», esgrimen las mismas fuentes.

La búsqueda de un pacto –y el retraso en la elección del municipio– supone un alivio para el Govern, puesto que desaparece del horizonte inmediato la posibilidad de que salga elegida la candidatura de Ascó, lo que hubiera colocado al president Montilla ante un espinoso asunto difícil de lidiar en campaña electoral.

Mientras, el Gobierno ha visto como incluso la Junta de Castilla y León, en manos del PP, le ha dado definitivamente la espalda, con una moción en contra del ATC que habla de «proceso oscurantista y de compra de apoyos».

En paralelo, Greenpeace denunció que el Ayuntamiento de Congosto de Valdavia (Palencia) presentó una candidatura, pese a que sus normas urbanísticas prohíben «la instalación de residuos tóxicos o peligrosos, o depósitos de residuos radiactivos o nucleares». Además, la Plataforma Anticementerio Nuclear Tierra de Campos denunció que entre los terrenos ofrecidos a Industria para el ATC por los ayuntamientos de Melgar de Arriba y Santervás de Campos (Valladolid) se encuentran parcelas que son propiedad de concejales.

Fuente: lavanguardia.es

Entrevista a Martín Regaño director general de Nuclenor, propietaria de Santa Maria de Garoña.

Más allá de 2013. A lo largo de este año el planteamiento de Nuclenor, propietaria de Santa María de Garoña, tal y como señala su director general es que la central esté en buenas condiciones porque es imprescindible para tener la opción abierta más allá de la fecha de cierre.

Martín Regaño, director general de Nuclenor, empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, al igual que los trabajadores de la planta, sigue trabajando con la vista puesta más allá de la fecha de cierre fijada por el Gobierno porque piensa que el final de Garoña no ha llegado y que está en condiciones de seguridad para operar hasta el 2019 o más allá de 2019, posibilidad que se abre con el acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno y el PP para firmar un pacto nacional sobre la energía.

Se cumple un año de la orden de cierre, ¿cómo ha sido, qué pasos se ha dado para cumplirla?

Ha sido un año de bastante trabajo en el que la profesionalidad de los empleados de Nuclenor ha sido ejemplar, comprometido con la seguridad y manteniendo viva Garoña con la esperanza de que al final consigamos que se anule la orden ministerial. Este planteamiento, junto al respaldo de muchos agentes sociales, es el que nos ayuda a contrarrestar la lógica incertidumbre que tienen.
En cuanto a la orden, Nuclenor lo que está haciendo es cumplir con toda exactitud los límites y las condiciones que aparecen en ella relacionadas con la operación y, adicionalmente a esos límites, tenemos un plan de actuación que va encaminado a que la central esté siempre en las mejores condiciones, de forma que pueda seguir funcionando con todas las garantías de seguridad más allá de 2013. Nuclenor no renuncia a la continuidad de Garoña.

¿Qué se plantea en la orden para este primer año?

No hay ninguna condición o límite que tuviera efecto sobre la continuidad, se trata de cuestiones que afectan a la forma de operar y cumplimiento con todo los requisitos, además de algunas inversiones nuevas que había que empezar a acometer y que se han hecho en la parada, incluso adelantado algunos otros requisitos y compromisos cuya fecha de cumplimiento era la parada de 2011.

Nuclenor tenía un ambicioso plan de inversiones pensando en ese 2019 ¿lo han parado?

El planteamiento de Nuclenor es que la central esté siempre en buenas condiciones porque es imprescindible y necesario para seguir funcionando y tener la opción abierta más allá de 2013. Mantenemos inversiones del orden de 15 millones al año, prácticamente el mismo que el nivel que teníamos justo antes de la orden, y lo mismo sucede con el gasto de mantenimiento aproximadamente de 40 millones anuales. Y para los próximos años estamos planteando seguir con este mismo ritmo de inversiones.
Siguen trabajando para que se revoque la orden ¿no han asimilado que Garoña tiene los días contados y fecha de caducidad?
Creemos que la orden no se ajusta a Derecho y por eso hemos planteado el recurso ante la Audiencia Nacional para que nos reconozcan el derecho de operar hasta 2019 e incluso a renovar más allá de acuerdo con el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Pero además del recurso, el plan de actuaciones es coherente con este objetivo porque mantenemos las mismas inversiones para que la planta esté en buenas condiciones e incluso hemos aumentado la plantilla en diez personas. Nos planteamos un proyecto de continuidad y seguiremos luchando para que la orden se anule o por lo menos las partes que condicionan la limitación de funcionar hasta 2019.

¿Tener una fecha de cierre ha supuesto un revulsivo para la empresa y trabajadores a la hora de acometer el día a día o extremar las medidas de seguridad?

Es cierto. En estas situaciones extremas todas las medidas y la gente se siente incluso más responsable. La última parada de recarga ha sido ejemplo de un comportamiento ejemplar.
Volviendo la vista atrás, ¿qué reflexión hace de lo ocurrido aquellos días previos a conocer la decisión de cierre de la central?
No es que nos hayamos olvidado, pero estamos con la cabeza en otra idea, ya que pensamos que en las actuales circunstancias de crisis económica caracterizada por una altísima tasa de paro es más necesario que nunca revisar la decisión del cese de la operación de Santa María de Garoña. Anulando la orden de cese, probablemente, podrían compensarse problemas que vamos a tener como consecuencia de los recortes en inversiones en infraestructuras. Nosotros nos estamos olvidando del pasado y pensamos en el presente porque las circunstancias nos obligan a todos a ser objetivos, pragmáticos y dejar a un lado los sentimientos. Creo que tenemos que aprovechar la oportunidad de seguir funcionando y operar más allá de 2013 porque esto puede equilibrar en el plan de inversiones previsto en la zona y es mejor sumar que restar. Mantener el impacto socioeconómico de Garoña en la zona es fundamental.

Las circunstancias sociales y económica del país han cambiado ¿se le pasa por la cabeza que puedan revocar la orden?

Esperamos que sí porque creemos que no se ajusta a Derecho y porque la central está en buenas condiciones. En una situación de crisis tan severa lo mejor es reconsiderar cualquier posición para que una instalación como la de Santa María de Garoña pueda seguir siendo un motor de empleo y desarrollo en Burgos. Creemos que merece la pena, que es de responsabilidad planteárselo y además las referencias internacionales favorecen esa posición. Espero que el Gobierno reconsidere su postura respecto a Garoña.
¿Esa posibilidad está más cerca tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PP para no subir la luz y hablar de plan energético nacional? (ver noticia al respecto)
No conozco nada del mismo, pero me parece muy responsable que se llegue a un pacto de Estado sobre la energía. En este momento de crisis, mejorar la competitividad es uno de los elementos fundamentales si queremos resolver esta situación y un elemento importante para la competitividad de nuestra economía es la energía. Estamos tan escasos de acuerdos que cuando oyes que aquí lo van a alcanzar te sube la moral.
Y más cuando el PP dijo que para sentarse a hablar de energía, primero el Gobierno tenía que replantearse el cierre de Garoña…
Pues sí. Creo que han empezado a hablar, pero no sé si han puesto sobre la mesa el tema de la continuidad de Garoña, pero tendrán que hablar porque contar con la energía nuclear es imprescindible.

¿En qué fase están los recursos contra la orden de cierre?

Creo que se han presentado once, la mayoría está a favor de la continuidad, y estamos a la espera de que la Audiencia Nacional inicie el período de consultas o pruebas periciales. Tenemos la esperanza de que el nuestro prospere porque las razones jurídicas creo que son bastante consistentes, ya que en España no hay un límite legal para la vida operativa de las centrales nucleares y las autorizaciones se van renovando periódicamente tras pasar una exhaustiva revisión de seguridad. Los fundamentos jurídicos de nuestro recurso se basan en que estas autorizaciones de funcionamiento tienen un carácter reglado, es decir que no pueden tenerse en cuenta otras consideraciones que no sean las de seguridad nuclear y protección radiológica.

Hace unos días se prorrogaba el funcionamiento de Almaraz y Vandellós, más jóvenes que Garoña, pero según el CSN igual de seguras. ¿Garoña ha pagado el pato de una decisión política?

Con esas dos centrales Garoña tiene una cosa en común muy importante, las tres hemos recibido un dictamen favorable del CSN para operar diez años y, es más, el dictamen de Garoña reconocía el derecho a seguir solicitando una nueva renovación más allá del 2019. Si las tres hemos recibido un dictamen favorable, creemos que tenemos derecho a recibir la misma autorización. Las razones que se apuntan en la orden ministerial de Garoña podrían aplicarse a cualquier otra.
El PSOE llevaba en su programa electoral el cierre ordenado y paulatino de las centrales…
Al alcanzar su vida útil y la vida útil de Garoña, según el dictamen del CSN, es como mínimo el 2019, luego no estamos incumpliendo ningún programa.

En otros países se sigue apostando por la energía nuclear. ¿Vamos contra corriente?

Efectivamente. Hay una tendencia universal a renovar la operación de las centrales nucleares hasta los años sesenta en países como EEUU, Suiza, Suecia, Bélgica o Francia y hasta Alemania está reconsiderando su postura y probablemente apruebe la operación a largo plazo de las centrales.

Teniendo en cuenta que lo importante es que las centrales funcionen y sean seguras, y que esto lo pueda acreditar por un organismo regulador independiente, renunciar a una fuente como la energía nuclear, de generación barata y no emisora de CO2, es algo que no nos deberíamos permitir.

¿España puede ser auto suficiente en un futuro con las energías renovables o tendrá que convivir con la nuclear?

Tendremos que convivir durante muchos años por el carácter intermitente de estas fuentes de energías renovables y también por la incapacidad de almacenar cantidades importantes de energía. Estos dos factores hacen prácticamente imposible que el cien por cien de la energía pueda ser renovable. Además, en España tenemos un déficit energético muy importante y necesitamos una mezcla de distintas tecnologías, lo que se denomina ‘mix de generación’, que se equilibrado e inteligente en el sentido de que optimice las tres variables principales: medio ambiente, garantía de suministro y la competitividad, que en estos momentos de crisis es muy relevante para nuestra economía e industria. La energía nuclear y la renovable son compatibles y complementarias, y un ejemplo es Suecia, país que acaba de revocar la ley de moratoria nuclear y donde el 42% de la energía es de origen nuclear y otro 40% de energía renovable.

¿Con las ocho centrales que hay en España se puede avanzar hacia ese modelo?

En términos de cantidad de energía generada, las nucleares en España producen el 18% del total y de origen renovable, la eólica puede andar ahora por un 12%.

¿Para lograr el mix energético ideal serían suficientes las centrales nucleares operativas?

Para España un mix equilibrado e inteligente, no de forma inmediata porque en los próximos años no será necesario instalar mucha más potencia al caer la demanda, debe mantener y aumentar la potencia de las centrales que ya tenemos hasta alcanzar un 25% de energía de origen nuclear.
Estamos a un año de la próxima y última parada de recarga de combustible para llegar al 2013. ¿Hasta que momento es posible hacer reversible el plan de cierre?
No se puede hablar de una irreversibilidad total, pero lo que ocurre es que las centrales planificamos nuestras actividades de medio plazo, lo que denominamos ciclo de operación, justo al comienzo del ciclo siguiente, es decir todas las actividades que tenemos que hacer en la parada de recarga de 2013 empezamos a planificarlas y comprar equipos en 2011, lo que no quiere decir que el proceso en ese momento sea ya irreversible, pero sí comienza a serlo en el momento que tenemos que decidir la compra y fabricación de los elementos de combustible que hay que recargar en 2013. La fecha final podría ser julio de 2012, es cuando el proceso empieza a ser bastante irreversible, aunque ha habido centrales que han estado paradas muchos años y luego se han vuelto a reabrir.

¿Enresa se ha dirigido a Nuclenor para ir preparando el plan de desmantelamiento de Garoña?

No porque ese plan se inicia bastantes años después del cese de la operación. Con Enresa tenemos los contactos habituales relacionados con la gestión de los residuos de media y baja actividad, y no tengo ninguna noticia de que hayan iniciado nada.

Con la crisis actual ¿España puede asumir el coste que supone desmantelar una central?

Enresa, que es la empresa encargada de gestionar los residuos, tiene estimación de cual es el coste futuro del desmantelamiento y gestión de residuos de todas las centrales. Ellos tienen sus mejores estimaciones en base a otros desmantelamientos y experimentos de carácter internacional y lo que hacen, con esas estimaciones, es calcular la tasa que las centrales tenemos que ir pagando, poniéndolo en una bolsa, para en el futuro cubrir con esa tasa el coste de todos estos compromisos. Cada año revisan esa estimaciones y la tasa que pagamos por la gestión.

¿Cuánto puede costar desmantelar Garoña?

No tengo ni idea, ni idea.
El problema de los residuos acompañan a las nucleares ¿a qué capacidad se encuentra el almacenamiento de Garoña, tiene margen para llegar al 2019?
Tenemos capacidad hasta ese año, pero para llegar a esa fecha en el 2015 tendríamos que hacer, como ya hemos hecho otras veces, modificaciones en los bastidores de la piscina de combustible. Tenemos almacén hasta 2019.

¿Necesita este país con urgencia un almacén temporal centralizado de residuos?

Creo que el ATC no es que sea muy urgente, pero sí que es una instalación muy interesante para el país, bastante segura y pasiva con un impacto ambiental casi insignificante. Que España disponga de una instalación en la que se puedan confinar y gestionar los elementos de combustible gastados me parece que es interesante.

¿Qué opina del Plan Garoña diseñado como alternativa para la zona cuando cierre la central?

No lo conozco con mucho detalle y desconozco como puede quedar ahora después de los posibles recortes en infraestructuras. Me parece que era un plan que lo que conseguía era mantener lo que ya hay, pero difícilmente puede sustituir a una infraestructura tan importante como es la central. En cualquier caso, nosotros siempre hemos dicho que la posición que nos parece correcta, por no decir ideal, es sumar en lugar de restar, es decir, si hay un Plan Garoña que fortalece algunas de las industrias que ya están en la zona no es incompatible con mantener en funcionamiento la central.

¿Qué impacto tendría en la zona el cierre de la central?

El impacto económico que tendría en la zona y provincia es bestial. Garoña es una instalación con mil empleos directos e indirectos, con 70 millones de euros de impacto anual en la zona, y que colabora con 50 empresas de la provincia, empresas que están adquiriendo un desarrollo tecnológico importante porque la tecnología que nosotros manejamos en algunos campos permite ese desarrollo tecnológico y crea empleo de calidad. Destruir todo esto en un momento de crisis es un lujo que no nos podemos permitir.

¿Confía en que se dé marcha atrás?

Repito que ahora más que nunca tenemos que plantearnos la necesidad de revisar la posición de Garoña e intentar convencer a los agentes sociales y políticos que su continuidad es una gran oportunidad ante la crisis que tenemos.